Otra entrega de la serie «Cuentos cambiados», relatos basados en cuentos clásicos y reinterpretados en un contexto actual. Una vez más espero que os guste y disfrutéis.
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Alicia se unió al circo Maravillas desde muy pequeña, sus ganas de vivir aventuras siempre le hicieron ser una niña diferente. Era muy elástica y su número consistía precisamente en eso, doblarse hasta quedar hecha un nudo humano. Salía justo despues de los hermanos siameses, antes de la mujer barbuda. Se enamoró del circo un día de primavera cuando cansada de los largos y aburridos paseos con su hermana se acercó hasta las caravanas cirquenses y conoció al Tigre Alegre, un extraño ejemplar que parecía estar siempre sonriendo. El ilusionista siempre hacía desaparecer a Alicia, era la chica ayudante del mago ademas de la mujer elástica, los metía a todos, el conejo, el tigre y la mismísima Alicia en una gran caja y lugo les hacía desaparecer, claro estaba que no desaparecían, Alicia hacía de las suyas y se convertía en un nudo, el conejo se metía dentro de la boca de Trigre sonriente y se escondían en el falso fondo de la caja, allí permanecían hasta que el mago les daba la señal para volver a salir. Le tocaba también recortar la barba de la mujer barbuda para darle un toque más marinero, y ya que estaba le cortaba las uñas de los pies. Todos los días al acabar la función el mago preparaba un banquete, comían pastel y bebían té. Y así pasaba Alicia los días alegremente, hecha un nudo, en el circo Maravillas.***
No olvidéis comentar y compartir en las redes sociales. Textos por Gretta Dee