Un chamán del siglo XX Jung fue, definitivamente, uno de los más audaces investigadores del imaginario del hombre del siglo XX, sus ideas y aportes, sus concepciones teóricas y aquello que muchos le reprocharon en vida, el que “dejara siempre abierta una ventana al infinito” se tornan en los mejores elogios para alguien que estuvo permanentemente atento a develar las incógnitas que perduran más allá de la llegada de nuestro desconcertante siglo XXI. Fue Jung quien comprendió que los esquemas del materialismo no bastan para medir los oscuros parajes que dominan el continente de aquellos que, casi paradójicamente, somos los creadores tanto de lo mítico como de lo científico. Esa cualidad tan criticada de ser alguien atento siempre a lo metafísico, a lo que escapa a las reglas y medidas de la física, es justamente su mejor galardón.