El hombre más poderoso del mundo.No estaba acostumbrado a oír la palabra «no». No estaba acostumbrado a tener una contrincante que tuviera la misma seguridad que yo, la misma inteligencia. No estaba acostumbrado a que otra persona tomara el control de la situación.Yo siempre estaba al mando.Su frialdad sólo lograba excitarme más. Su indiferencia sólo despertaba más interés en mí. A medida que ha demostrado ser la emprendedora de mayor talento de esta ciudad, se ha ganado mi respeto, algo difícil de lograr.Y después se ha apoderado de mi obsession.
La jefa – Victoria Quinn
