Las 100 operaciones más destacadas del espionaje español «El Estado de derecho también se defiende en las alcantarillas». Esta frase, del que fuera presidente del Gobierno, Felipe González, abre un libro apasionante y sorprendente que introduce al lector en los vericuetos del Estado desde el inicio de la Transición. El objetivo es hacer un retrato lo más fiel posible del comportamiento -agentes, operaciones secretas y actividades- de la empresa de fontaneros más potente que ha tenido la democracia: el Cesid, hoy llamado CNI, creado en 1977 por el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado. Su autor, Fernando Rueda, periodista especializado en espionaje, nos relata las 100 operaciones de los servicios secretos españoles que marcaron sus últimos 35 años de Historia, muchas de las cuales fueron en su día investigadas precisamente por él. La CIA, espionajes ilegales, el 23-F, los GAL, Bárbara Rey, el Lobo, el Echelon español, asesinatos, chantajes y los atentados del 11-M se dan cita en las páginas de Las alcantarillas del poder, una obra para comprender cómo funciona la vida secreta de los servicios de inteligencia. · El espía Ugarte, el primero en reunirse con ETA · Operación Tenedor, espionaje en restaurantes de lujo · Investigan la vida privada de Guerra: expulsada toda la estación de la CIA · Lobo Azul evita el asesinato del rey · Orgías, homosexualidad, cuentas bancarias y reclutamiento de agentes · El espía que persigue a los agentes cubanos se lía con una «conejita» de Castro · Investigaciones ilegales sobre la vida privada y pública: el caso Perote · Caso Mario Conde: se infiltran en una logia luciferina · El doble trabajo de un agente secreto: el Lobo espía en Cataluña · Apoyo a la desactivación de la huelga general del 14-D · Letizia Ortiz investigada por el CNI (también un familiar de Felipe González) · El control del poder económico: espían a Pizarro, presidente de Endesa · Verdes, inmigrantes, insumisos, militares críticos todos espiados. · El Echelon español está en Castilla-La Mancha · Íntimos de la OLP para dar en las narices al Mossad