Solo el amor es capaz de curar las almas más heridas. Tras una vida llena de miedo y dolor, Patience Honeychurch se cree al fin libre de su pasado cuando recibe una oferta de su amiga Barbara para ser la institutriz del pequeño príncipe de Rultinia. Hugh Delancey siente que, después de años de servicio como jefe de espías, sus lazos con Rultinia le ahogan, y que ya nada le ata al país por el que lo ha dado todo. Sin embargo, la llegada de una viuda que se encargará de la educación de su sobrino Nicholas hace que su decisión de abandonar Rultinia se tambalee. No solo está convencido de que esconde un secreto, sino que la viuda despierta en él sentimientos que nunca nadie le había provocado. Los dos creen que sus corazones están desahuciados, pero olvidan que a veces es imposible evitar que los sentimientos más inesperados florezcan.