Fernando Rueda, periodista de investigación y máximo especialista español en servicios de inteligencia, se quedó impresionado en 2003 cuando en un ataque en Irak fueron asesinados siete espías españoles. Nunca pudo sacarse de la cabeza ese atentado y con motivo del décimo aniversario dedicó varios meses a buscar los secretos de lo que allí había pasado y a bucear por las vidas de los agentes desaparecidos. La publicación de esa investigación no contenía algunos elementos importantes que por falta de pruebas o por ser una sospecha suya, debió suprimir. Para llenar ese hueco, sintió la necesidad tiempo después de escribir la novela corta “Quedarse y morir, o escapar”, en la que desde el terreno de la ficción, con total libertad, ofrece su versión de lo que pudo pasar allí. Un relato personal que sorprenderá al lector.