Ante la adversidad, la incomprensión y un futuro incierto, Claudia abandona su pequeña localidad natal en España con dieciocho años recién cumplidos, una vieja maleta y muy poco dinero en el bolsillo. No puede mirar atrás y sabe que debe pasar página, aunque al hacerlo ya no vuelva a ser la misma. Sola y sin recursos, llega a Londres, una ciudad donde todo le es desconocido, aunque con la ayuda de Henry Campbell, que será mucho más que un padre para ella, conseguirá salir adelante. Unos años más tarde, sin desearlo y sin haberlo buscado, el destino pone a su alcance la oportunidad de vengarse de aquellos que la ningunearon y despreciaron, incluido el hombre al que jamás pudo olvidar.