Resumen breve del cantar del destierro
El Cid es acusado falsamente de haber malversado fondos reales debido a intrigas de la corte y celos por su creciente influencia y éxito. Como resultado, el rey Alfonso lo destierra sin permitirle defender su honor, obligándolo a abandonar sus tierras y separarse de su familia.
El Cid parte de Vivar con unos pocos seguidores fieles, y a medida que avanza, más hombres se unen a él, atraídos por su reputación de liderazgo y valor. Rodrigo y su creciente ejército emprenden una serie de conquistas comenzando con la toma de la ciudad de Castejón, seguido por una victoria estratégica en Alcocer.
El sitio de Alcocer es un momento crucial en el que el Cid y sus hombres resisten y finalmente vencen a un ejército superior en número. Esta victoria fortalece su posición y aumenta su prestigio como líder capaz y honorable.
A lo largo de su destierro, el Cid busca recuperar el favor del rey Alfonso, enviándole valiosos regalos de las riquezas obtenidas en sus conquistas. A través de estos actos, muestra su lealtad y éxito, esperando ser rehabilitado y reintegrado a la corte castellana.
Resumen breve del cantar de las bodas de las hijas del Cid
El Cid envía a su fiel lugarteniente, Álvar Fáñez, conocido como Minaya, al rey Alfonso VI para pedir que permita a su esposa, Doña Jimena, y a sus hijas, Doña Elvira y Doña Sol, reunirse con él en Valencia. El rey accede, y la familia del Cid se traslada a Valencia, donde son recibidas con grandes honores.
Los Infantes de Carrión, dos hermanos de una familia noble pero sin grandes posesiones, ven en el matrimonio con las hijas del Cid una oportunidad para aumentar su estatus y riqueza. Tras observar las riquezas y el poder que El Cid ha acumulado, proponen casarse con Doña Elvira y Doña Sol. El rey Alfonso apoya esta unión. Las bodas se celebran en Valencia con gran esplendor y alegría. Se llevan a cabo festividades que duran quince días.
Resumen Cantar de la Afrenta de Corpes:
Estando en Valencia el Cid con sus hombres y los infantes de Carrión un león enjaulado se escapá, y los de Carrión salen a esconderse, quedan como cobardes delante de todos los hombres del Cid, Rodrigo que estaba descansando despierta y acercándose al león lo calma con solo tocarlo. Las burlas a los de Carrión empezaron.
Valencia vuelve a ser atacada por un ejército enemigo, cosa que no gusta nada a los de Carrión, que deciden entre ellos volver a sus tierras lo antes posible. La batalla es ganada por los hombres del Cid, a cada uno le correspondieron seiscientos marcos de plata y al Cid seiscientos caballos, mulas y camellos.
Fernando y Diego, los de Carrión, deciden irse a sus tierras, su plan es vengarse del Cid y sus hombres por tratarles de cobardes, deshonrar a las hijas de Rodrigo y deshacerse de ellas para poder casarse con mujeres de su mismo nivel social.
Y así parten con las hijas del Cid, y la dote que este les da, que es, tres mil marcos de oro, caballos de guerra y dos espadas de nombres Colada y Tizona. El cid manda con los hombres que acompañan a sus yernos e hijas a su sobrino Félix Muñoz para que acompañe a sus hijas. En el camino acampan a pasar la noche y los de Carrión a la mañana siguiente mandan a sus hombres seguir el camino, diciendo que ellos saldrán más tarde.
En realidad aprovechan para maltratar a las hijas del Cid, quienes caen desfallecidas, allí en el Robledar de Corpes, las dejan abandonadas creyendo que ya no tienen vida. Pero Félix Muñoz vuelve a tiempo y aunque las encuentra muy malheridas, les ayuda y consigue llevarlas a San Esteban, donde se quedan hasta que se recuperan.
Las noticias llegan al Cid, quien manda a sus hombres de confianza a por sus hijas para que vuelvan a Valencia. Pide al rey Alfonso justicia para este suceso. El rey convoca tribunales y acuden El Cid con sus hombres y los infantes de Carrión con los suyos por otro lado a Toledo, donde han sido convocados.
Lo primero que pide el Cid es que le devuelvan las espadas, que son devueltas por los de Carrión, lo segundo que pide es el dinero de la dote, pero los de Carrión ya se lo han gastado y se acuerda que se le devuelva en objetos o propiedades del mismo valor.
Por último hablan de la deshonra de las hijas del Cid, pero ellos dicen no arrepentirse. En ese momento entran en la sala dos Caballeros, Ojarra e Íñigo Jiménez, enviados por los infantes de Navarra y Aragon para pedir la mano de las hijas del Cid, cosa que Rodrigo y el rey Alfonso aceptan de buen gusto.
Tres hombres del Cid retan a los de Carrión, y tres semanas después se enfrentan a ellos en presencia del Rey y varios jueces. El enfrentamiento es duro, ganando los hombres del Cid, y sobreviviendo los de Carrión pero quedando vencidos y deshonrados.
Las hijas del Cid Doña Elvira y doña Sol se casaron con los de Navarra y Aragón en presencia del rey Alfonso. Y así acaban las historias del Cid Campeador.
Temas Principales
Cada cantar contribuye a la progresión de la narrativa, desarrollando la figura del Cid desde un vasallo deshonrado hasta un señor feudal autónomo y respetado.
Honor y lealtad: Son los ejes temáticos del poema. El honor del Cid se ve comprometido por su destierro y es restaurado a través de sus acciones y victorias.
Justicia divina y providencia: El Cid es presentado como un héroe casi providencial, cuyas victorias son vistas como manifestaciones de la justicia divina.
Estilo y Técnicas Narrativas
Es el Poema del Cid es el manuscrito más antiguo de nuestra literatura. En realidad es una copia del escrito original. El autor (desconocido) y la fecha exacta de la creación del Poema son los temas más estudiados sobre este. Lo que sabemos con certeza es que es un poema épico que nos llega de la Edad Media. Aunque se conserva escrito su origen era oral, interpretado por los juglares de la época. El Cantar relata hazañas heroicas del Cid, Rodrigo Díaz de Vivar. El poema está compuesto por tres partes, comenzando con el destierro de Rodrigo Díaz de Vivar por parte del Rey Alfonso VI, es el “Cantar del destierro”. Continua el poema con el “Cantar de las Bodas”. Finaliza con el cantar de “La afrenta de Corpes”. El poema del Cid está compuesto por 3730 versos.
Cada cantar contribuye a la progresión de la narrativa, desarrollando la figura del Cid desde un vasallo deshonrado hasta un señor feudal autónomo y respetado.
Temas Principales: Honor y lealtad: Son los ejes temáticos del poema. El honor del Cid se ve comprometido por su destierro y es restaurado a través de sus acciones y victorias. Justicia divina y providencia: El Cid es presentado como un héroe casi providencial, cuyas victorias son vistas como manifestaciones de la justicia divina.
Métrica y rima: El poema utiliza la cuaderna vía, consistente en versos de catorce sílabas divididos en dos hemistiquios. La rima es asonante, característica común en la poesía épica de la época. Repetición y fórmulas: Como es típico en la literatura oral, el «Cantar de Mio Cid» emplea repetición de versos, estribillos y fórmulas para reforzar la narrativa y facilitar la memorización. Diálogos dramáticos: La obra integra diálogos que añaden dinamismo y dramatismo a la narración, permitiendo que los personajes expresen directamente sus emociones y conflictos.
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