Estamos ante la primera novela de la trilogía escrita por Sarah Lark ambientada en Nueva Zelanda, le siguen «La Canción de los Maoríes» y «El Grito de la Tierra».
«En el País de la Nube Blanca» es el nombre que la autora utiliza para hacer referencia a Nueva Zelanda, un lugar de impresionante belleza que Lark logra capturar de una manera inigualable.
En este primer libro seguimos la vida de dos mujeres jóvenes de distinta clase social. Gwyneira es de una familia aristocrática en Gales, mientras que Helen es una institutriz londinense. Ambas, por diversas circunstancias, terminan emigrando a Nueva Zelanda con la promesa de una vida mejor.
Gwyneira es prometida en matrimonio a un hacendado de Nueva Zelanda como parte de un trato hecho por su padre para saldar una deuda de juego. Por otro lado, Helen decide emigrar para escapar de una vida sin perspectivas y acepta un matrimonio concertado con un granjero.
Una vez en Nueva Zelanda, ambas mujeres enfrentan desafíos y dificultades en sus nuevas vidas. A lo largo de la novela, Gwyneira y Helen experimentan el choque cultural, las duras condiciones de la vida rural, y las tensiones entre colonos y el pueblo maorí. A pesar de sus diferencias, las dos mujeres forman una profunda amistad y se apoyan mutuamente mientras atraviesan pérdidas, desilusiones amorosas y conflictos familiares.
A medida que avanza la trama, las protagonistas también se ven envueltas en el descubrimiento de secretos familiares y en la evolución de sus propios caracteres. Mientras luchan por encontrar su lugar en este nuevo país, ambas aprenden sobre el valor de la amistad, el amor y la resiliencia.
Opinión:
Lo que distingue la escritura de Sarah Lark es su rica narrativa y su excelente desarrollo de personajes. La autora combina una historia familiar fascinante con una investigación detallada de la historia y la cultura de la Nueva Zelanda del siglo XIX. El libro consigue transportarnos a un lugar y tiempo distantes, sumergirnos en los paisajes de Nueva Zelanda y en la vida de sus personajes.
En cuanto a los personajes, Helen empieza teniendo mucha fuerza para poco a poco ir cediendo espacio a la historia de Gwyneira y su evolución a lo largo de la novela, me quedé esperando más del desarrollo de la vida de Helen, aunque a Gwyneira la rodean personajes y tramas muy interesantes que nos sumergen en el estilo de vida de los colonos.
Sin duda la narrativa detallada y la prosa descriptiva son los puntos fuertes de la novela. A muchos lectores nos ha encantado cómo Lark usa la ambientación y el contexto histórico para enriquecer la historia y darle más profundidad. Sin embargo, he encontrado algunas críticas negativas que argumentan que para algunos lectores el ritmo del libro es un poco lento y que en ocasiones la narración se vuelve demasiado densa. Es cierto que no es un libro de aventuras, no esperes acción continua, es una novela para leer tranquilamente mientras la acompañas de un café o una taza de té.
Te gustará si disfrutas de los largos libros de sagas familiares con un trasfondo histórico bien trabajado, si te gustan las historias de personajes y quieres saber más sobre Nueva Zelanda en su época colonial y conocer la cultura maorí.
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